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Los profesores tienen que gritar tan fuerte como un tren de carga (a 80-85 dB) para que se les escuche por encima del nivel de ruido medio de 64 dB en las aulas sin tratamiento acústico.
Esto conduce a trastornos de la voz. Aunque los maestros solo representan un pequeño porcentaje de la fuerza laboral, los estudios que miden los problemas vocales en los trabajadores encuentran que los maestros están sobrerrepresentados constantemente.
Se ha demostrado que la absorción acústica de clase A reduce el ruido del aula en 10 dB, reduciendo a la mitad el nivel de ruido percibido. Esto significa que nadie tiene que gritar para enseñar, escuchar, comprender y aprender de manera efectiva.
(El estudio duró 1 año, con 2400 participantes)
CerrarLos investigadores hicieron descubrimientos innovadores en relación a que la mayor parte del ruido en las aulas escolares no era causado por el supuesto ruido de aviones, trenes y automóviles, sino por los propios estudiantes durante las actividades de aprendizaje.
Cuando se instalaron los techos acústicos absorbentes Clase A, descubrieron que el resultado era mucho mejor de lo esperado. Las propiedades fonosabsorbentes teóricas del techo eran de 3 dB.
Sin embargo, el verdadero cambio estuvo en el comportamiento de las personas en el salón de clases. Como todos podían ser escuchados y entendidos sin alzar la voz, los estudiantes y maestros inmediatamente hablaron con un tono de voz más bajo. De hecho, 7 dB más silencioso, con una reducción total de 10 dB que reduce a la mitad el nivel de ruido percibido.
Los estudios han demostrado que una reducción del ruido en el aula tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, los niveles de estrés y, lo que es más importante, en las habilidades de aprendizaje.
CerrarGeneralmente es aceptado que el ruido afecta nuestra capacidad de aprender y comprender. Pero los estudios también han encontrado que afecta nuestro estado de ánimo y comportamiento. Un estudio midió qué tan molestos estaban los estudiantes en las aulas con diferentes tiempos de reverberación (TR). El TR largo afecta la claridad del habla y, por lo general, debe elevar la voz para que lo escuchen. Cuando una persona comienza a hablar más alto, todos los demás hacen lo mismo, lo que lleva a una espiral ascendente en los niveles de ruido.
Los estados de ánimo de los estudiantes se vieron claramente afectados por el TR más largo con un claro impacto en las relaciones alumno-profesor.
La absorción de sonido de clase A reduce TR y absorbe el sonido -3 dB. También tiene un efecto positivo en el comportamiento de los estudiantes; con menos reverberación los estudiantes tienden a bajar la voz -7 dB. En total una reducción de 10 dB reduciendo a la mitad el nivel de ruido percibido.
Esto tiene un efecto positivo comprobado en el estado de ánimo, los niveles de estrés y las habilidades de aprendizaje de los estudiantes.
La comparación del porcentaje de respuestas "correctas" a la pregunta "Los compañeros de clase se comportan ruidosamente" (preguntada cuando el TR es bajo, medio o alto) muestra que los estudiantes notan un comportamiento más ruidoso a medida que aumenta el TR.
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Cuando se dieron cuenta de que el 80% de los profesores estaban estresados por el ruido, los investigadores decidieron averiguar si estos niveles de estrés podían reducirse mejorando el entorno acústico.
También intentaron descubrir cómo el ruido del aula afecta realmente a los profesores y alumnos durante las actividades.
Si un salón de clases tiene mala acústica, el sonido se amplifica cuando rebota en el techo y las paredes reflectantes. Esto crea un ruido de fondo que distorsiona el habla. Este entorno a menudo se sentirá progresivamente más estresante a medida que continúa la clase (o el día).
- Dr Gerhart Tiesler
El tratamiento acústico transforma los espacios educativos en ambientes más relajados donde todos se sienten más tranquilos. Esto da como resultado niveles de ruido más bajos, así como frecuencias cardíacas.
CerrarPara entender lo que se dice en un salón de clases, el discurso debe escucharse claramente por encima del ruido de fondo. Esta relación entre el habla y el ruido se denomina relación señal-ruido (RSR) y la diferencia entre la señal y el ruido se mide en decibelios (dB).
El nivel medio de ruido en un aula sin absorción acústica es de 64 dB lo que hace muy difícil conseguir una RSR satisfactoria de 15-20 dB. El profesor tendría que gritar tan fuerte como una cortadora de césped (85 dB) para ser escuchado.
Se ha demostrado que la absorción acústica clase A reduce el ruido del aula hasta en 10 dB, reduciendo a la mitad el nivel de ruido percibido. Esto afecta positivamente la RSR y la inteligibilidad del habla, lo que facilita hablar, escuchar, comprender y aprender.
En un estudio de inteligibilidad del habla, se encontró que mientras que 15 dB podría considerarse una RSR satisfactoria para los niños mayores (11 años), los niños más pequeños (6 años) requerían una RSR de 20 dB para proporcionar una inteligibilidad del habla adecuada.
Por lo tanto, los niños más pequeños y también los niños con necesidades auditivas adicionales son oyentes vulnerables que se beneficiarán más de los tratamientos acústicos que aumentan la RSR y hacen que el entorno de aprendizaje sea más accesible para todos los niños en él.
CerrarEs fácil entender que un salón de clases ruidoso hace que sea difícil escuchar, pero los estudios han encontrado que también hace que sea difícil pensar.
Un estudio hizo que los estudiantes realizaran pruebas estandarizadas de inglés y matemáticas en salas con diferentes niveles de ruido. Los resultados mostraron que aumentar los niveles de ruido en las aulas ordinarias disminuye claramente las calificaciones en ambas materias, con un impacto más dramático en inglés.
El estudio hizo las mismas pruebas en alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Esto no solo incluye la pérdida auditiva, sino también aquellos con problemas de atención o que aprenden en un segundo idioma.
Los resultados muestran que los niños con necesidades educativas especiales se vieron más afectados negativamente en comparación con los estudiantes regulares. Especialmente cuando los niveles alcanzaban los 65 dB.
Lamentablemente, los niveles de ruido estándar en aulas sin absorción de sonido son de 64 dB en promedio, lo que hace evidente la necesidad de una buena absorción de sonido. Para los estudiantes en general, pero quizás lo más importante, para un entorno de aprendizaje equitativo donde todos los estudiantes tengan la oportunidad de brillar.
CerrarPara que los niños escuchen una voz apropiadamente cuando hay ruido de fondo en un espacio, la voz debe ser mucho más fuerte que el fondo (alrededor de 15 a 20 dB más fuerte). El ruido de fondo promedio en la mayoría de las aulas sin tratamiento acústico es de 64 dB. Eso significa que los maestros tienen que gritar tan fuerte como un taladro eléctrico (80-85 dB) para ser escuchados.
Esto conduce a trastornos de la voz. Al comparar el número de trastornos vocales en los docentes con el resto de la población activa, los resultados muestran que los docentes tienen un número mucho mayor de problemas que otro tipo de trabajadores. Por ejemplo, un estudio encontró que el 32% reportó problemas vocales en comparación con el grupo de no docentes, donde solo el 1% experimentó problemas.
También se han registrado incidencias mucho más altas de daño vocal. Otro estudio encontró que hasta el 65% de los docentes encuestados informaron síntomas de tensión vocal en comparación con solo el 2% de los no docentes.
Esto muestra claramente que las voces de los maestros están trabajando a toda marcha para ser escuchadas por encima del ruido del aula. Según numerosos estudios sobre la salud vocal de los maestros, los profesores tienen al menos el doble de probabilidades de tener problemas relacionados con la voz en comparación con otras ocupaciones.
CerrarCasi todo el mundo ha experimentado este fenómeno. Ocurre cuando un grupo de personas habla en un ambiente ruidoso como un café, una fiesta o un salón de clases. Cuando se les somete a un ruido de fondo, las personas cambian involuntariamente su forma de hablar, aumentando el volumen, la frecuencia y la intensidad. Cuando una persona comienza a hablar más alto, todos los demás hacen lo mismo, lo que lleva a una espiral ascendente en los niveles de ruido.
Este efecto se puede reducir utilizando una buena absorción acústica. Las investigaciones han demostrado que un techo absorbente de sonido Clase A, con un efecto atenuante de 3 dB, influyó en los estudiantes para que bajaran la voz con 7 dB adicionales. Esta reducción total de 10 dB reduce a la mitad el nivel de ruido percibido. Este efecto café invertido a veces se denomina efecto biblioteca.
Los estudios han demostrado que una reducción del ruido en el aula tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, los niveles de estrés y las habilidades de aprendizaje. También previene trastornos de la voz y ayuda con la inteligibilidad del habla.
CerrarLos altos niveles de ruido en el salón de clases tienen un efecto negativo en los resultados de las pruebas de los estudiantes. Esto ha sido probado en varios estudios.
En un ejemplo, los investigadores compararon los resultados de las pruebas de estudiantes de primaria en dos entornos diferentes. Por un lado un ambiente silencioso y por otro ruidos de balbuceo de actividad normal que se encuentra en la mayoría de las aulas o alrededor de 65 dB.
Mostró que el ruido típico del salón de clases tenía un impacto significativo en los resultados de las pruebas cognitivas y de lenguaje.
En otro estudio, la precisión de los estudiantes en una tarea de percepción del habla mejoró en un 35% con la introducción de paneles de techo y pared absorbentes de sonido Clase A. La instalación redujo el nivel de ruido hasta en 10 dB, reduciendo a la mitad el nivel de ruido percibido.
- Directora Miss Catherine Douglas de la Escuela Primaria Balgreen
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