Una visión diferente del espacio de trabajo

Originalmente fisiólogo, Nigel Oseland cambió su enfoque a la psicología mientras monitoreaba la actividad cerebral en el departamento de neurología del Hospital St Bartholomew en Londres. Obtuvo una Licenciatura en Psicología y continuó investigando para el Bulding Research Establishment del gobierno. Allí, estudió el impacto de las condiciones ambientales en los edificios sobre la satisfacción, la comodidad y el rendimiento, mientras estudiaba para obtener su máster y doctorado. Después de 11 años, decidió aventurarse en el mundo "real" y se convirtió en un consultor de trabajo. Le pedimos que nos explicara lo que eso significa..

La carne de la hamburguesa

La propia descripción de Nigel Oseland es bastante jugosa:

"Pienso en nosotros como la carne en la hamburguesa de la gerencia y el arquitecto, y sí, a veces con un poco de queso o salsa". Por supuesto, también ofrece una descripción más formal: "Ayudo a las organizaciones a hacer un mejor uso de su espacio, ya sea usándolo de manera más eficiente para ahorrar dinero, o preferiblemente usándolo para facilitar un cambio de cultura o estilo de trabajo y mejorar el rendimiento del negocio.”

Por todas las cuentas, él está haciendo un buen trabajo. Nigel Oseland es cofundador de WCO, la Organización de Consultoría en el Lugar de Trabajo, y tiene una reputación líder en el campo. Durante los últimos 14 años, junto con su esposa, ha organizado la Conferencia sobre tendencias en el lugar de trabajo, una de las conferencias más prestigiosas dedicadas al diseño del lugar de trabajo y la innovación cultural. Si desea hablar sobre diseño basado en actividades, diseño centrado en el ser humano, trabajo flexible y trabajo ágil, Nigel Oseland es el indicado. ¿Pero cuál de estos términos debemos usar?

Flexibilidad en el trabajo

“Son términos similares con matices ligeramente diferentes. En el Reino Unido, solemos hablar de trabajo ágil, que consiste en crear entornos flexibles que se puedan adaptar rápidamente al negocio. Los elementos de trabajo ágil incluyen flexibilidad con respecto al trabajo, dónde, cuándo y cómo trabaja, y proporcionar los espacios necesarios para hacerlo. A veces las personas necesitan una sala de intercambio de ideas, espacios de descanso, salas tranquilas o cabinas de teleconferencias. "En lugar de creer que todo el trabajo debe hacerse en un escritorio o en una sala de reuniones, se introduce una combinación más rica de configuraciones de trabajo para facilitar diferentes tipos de actividad".

Una mejora del 5 por ciento es suficiente para pagar la oficina

Es cierto que esto suena lógico. Podríamos esperar que todas las oficinas del planeta sigan estos principios. Pero, como todos sabemos, ese no es el caso. Aún así, Nigel Oseland es optimista.

"He estado haciendo esto por más de 15 años, y particularmente antes de la última recesión, en 2008, comencé a ver destellos de esperanza. La gente se acercaba a mí y me preguntaba: ¿Cómo podemos crear entornos de colaboración, implementar un cambio de cultura y usar mi espacio de trabajo para facilitar esto? "

"Luego llegamos a la recesión", dice, "y se trataba de consolidar y reducir el espacio. Pero he visto la discusión volviendo otra vez. Solo necesitamos una mejora del cinco por ciento en nuestro empeño para pagar nuestros edificios. Eso es todo lo que estamos buscando. ¡Cinco por ciento!"

La importancia del sentimiento de control

Actualmente, Nigel Oseland está realizando una importante encuesta sobre psicoacústica, un estudio sobre cómo afectar las partes físicas, fisiológicas y psicológicas de los humanos. "No se trata solo de cómo percibimos el sonido, sino de cómo lo interpretamos".

La interpretación humana del sonido, y por tanto el rendimiento, está principalmente determinado por cuatro factores, según Nigel Oseland:

• La tarea y la actividad laboral
• Personalidad y humor
• Contexto y actitud
• Control percibido

"El sentimiento de control es un factor complejo pero a la vez interesante. Los estudios han demostrado que la falta de control tiene un impacto negativo sobre el rendimiento".

Ofrecer otros lugares donde ir, mejor adaptados a la actividad, es una forma de mejorar ese sentimiento. Otra es introducir un código de conducta en la oficina. "Parece que siempre hay una persona que habla más alto que los demás en la oficina: todos conocen a una de esas personas. Nos puede parecer normal pedirle a esa persona que realice la llamada en uno de los lugares designados para ello o que hable un poco más bajo".

Podríamos sentirnos tentados a concluir que si todos tuvieran su propia oficina, todos estos problemas desaparecerían y todos serían felices. Pero, según Nigel Oseland, esto no mejoraría el bienestar y el rendimiento de los empleados, así como la actividad de la empresa. "Puede ser beneficioso para la concentración y la atención, pero la mayoría de las empresas también quieren que sus empleados interactúen y colaboren..” 

La oficina apaisada

Nigel Oseland solo dice que se trata de tener en cuenta la dimensión humana de todo esto. Si creamos un lugar de trabajo dinámico y flexible, donde haya espacio tanto para las personas extrovertidas como introvertidas, para la concentración y la estimulación, el estrés y la risa, vamos a lograr este aumento de la productividad del 5%, lo que nos permitirá rentabilizar toda la oficina.

"Tiendo a hacer referencia a la oficina apaisada. Originalmente, teníamos el "Bürolandschaft", un diseño de principios de los años sesenta. Era un diseño orgánico del espacio de trabajo en lugar de sólo filas. Hubo algunas áreas semiprivadas, pantallas y plantas verdes, y áreas de trabajo elevadas para "delimitar el espacio". También incluiría áreas tranquilas, otras para trabajo en grupo, etc. Mi preocupación es que, por el momento, la tendencia es hacia ambientes estimulantes, olvidando que el 50% del personal y nuestras actividades están en la escala introvertida".

Algo híbrido

Nigel Oseland parece estar en ambos extremos de esta escala. A veces, un investigador, a veces un consultor, necesita concentración y estimulación. Su solución: que no sea una oficina oficial. "Tengo una pequeña oficina en casa, un cobertizo del jardín en el que puedo cerrar la puerta, pero necesito ver a la gente, es por eso que uso las oficinas de mis clientes o los espacios de coworking. Creo que soy una especie de híbrido”.

Cuando me piden que se describa, Nigel Oseland se encoge de hombros y suelta una pequeña carcajada. "Bueno, solo soy un tío". 

Texto: Lars Wirtén
Fotógrafo: Rebecca Hemmungs