Estudio Huddinge no 1: una buena acústica reduce la necesidad de medicamentos extra en un 67%
En el Hospital Universitario Huddinge, Suecia, se modificó el entorno físico en la unidad coronaria intensiva. Los investigadores estudiaron los efectos de los entornos acústicos buenos y malos con respecto a los pacientes que sufrían dolor torácico en una unidad coronaria intensiva.
A mayor enfermedad, mayor sufrimiento
Uno de los descubrimientos más llamativos fue el relacionado con la toma de medicación. A casi todos los pacientes se les prescribieron beta bloqueantes por vía oral (la medicación habitual para el corazón), con un tratamiento intravenoso extra que se administró sobre todo cuando los pacientes sufrían dolores. En el buen entorno sonoro la necesidad de medicación extra fue un 67% más baja
¿Cómo se consiguió?
El sueño y el descanso son parte importante de nuestra salud y del
día a día, y mucho más cuando estamos enfermos y necesitamos
curarnos. Por ello, el diseño de las salas de pacientes debe facilitar la privacidad, la comodidad y unas buenas condiciones para el sueño. Los pacientes no deben verse expuestos a sonidos y ruidos que puedan provocar emociones negativas, como ansiedad o estrés.
Al instalar un techo fonoabsorbente, los niveles sonoros se redujeron en 5-6 dB, el tiempo de reverberación bajó de 0,9 a 0,4 seg. y el Índice de Transmisión del Habla aumentó del 0,64 al 0,86..
En conjunto, todo ello se tradujo en un ambiente más tranquilo y relajado. La
respuesta humana es que nos sentimos más relajados y nuestro pulso desciende, como ocurrió con los pacientes de este estudio, y en especial con los más enfermos. Y gracias a ello, hay una menor necesidad de medicación extra.
La solución de Ecophon
En las instalaciones sanitarias es muy importante que las soluciones acústicas cumplan también con las más estrictas demandas de higiene en cuanto a limpieza y desinfección. Por ello, Ecophon suministró Ecophon Hygiene Performance™ A para lograr un buen entorno sonoro.
El estudio
En el Hospital de la Universidad de Huddinge (Suecia), el entorno físico de la unidad de cuidados intensivos de enfermedades coronarias se modificó en dos fases. Primero se crearon unas condiciones acústicas deficientes durante cuatro semanas, y después una buena acústica durante otras cuatro semanas. En el estudio participaron un total de 94 pacientes.
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