Las EPD proporcionan amplia información sobre el impacto ambiental de un producto, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de energía, el uso de agua y la generación de residuos. Esta información puede utilizarse para comparar el comportamiento medioambiental de distintos productos e identificar áreas de mejora en el diseño de los productos y los procesos de fabricación.
Las EPDs son especialmente útiles en sectores con un elevado impacto ambiental, como el de la construcción, donde los materiales y productos de construcción pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente. Sin embargo, hay algunos incovenientes en su uso que deben tenerse en cuenta.
Comparación de las EPDs de diferentes categorías de productos
Las EPDs que cubren diferentes categorías de productos no son directamente comparables porque suelen tener impactos ambientales y métodos de cálculo de esos impactos diferentes. Los distintos productos tienen características y ciclos de vida diferentes, que pueden dar lugar a efectos medioambientales distintos, lo que dificulta las comparaciones directas.
Por ejemplo, el impacto ambiental de un panel de pared y una placa de techo no puede compararse directamente porque tienen funcionalidades diferentes y sus fases de fabricación y uso tienen efectos ambientales distintos.
¿Cómo influyen los supuestos de las EPDs en la evaluación?
Las distintas hipótesis sobre el ciclo de vida del producto o sus impactos ambientales también pueden afectar a los resultados de la EPD. Por ejemplo, las suposiciones sobre la mezcla energética utilizada en la fabricación, el método de eliminación al final de la vida útil o la distancia de transporte, pueden afectar a los resultados de la EPD. Estas diferencias pueden dificultar la comparación de las EPDs y la extracción de conclusiones válidas sobre el comportamiento medioambiental relativo de los distintos productos.
He aquí un ejemplo de algunas suposiciones comunes que pueden hacerse al realizar una declaración ambiental de producto (EPD) para un producto:
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Límite del sistema: define el alcance de la EPD, incluidas las fases del ciclo de vida que se incluyen y las que se excluyen. Por ejemplo, una EPD para un producto puede incluir la producción, el uso y el transporte, pero excluir el final de la vida útil.
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Unidad funcional: Especifica la cantidad o el servicio prestado por el producto que se utiliza como base para la comparación. Por ejemplo, metro cuadrado frente a kilogramos.
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Calidad de los datos: La calidad de los datos utilizados en las EPD puede ser variable, incluyendo la precisión, integridad y representatividad de los datos.
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Suposiciones sobre el uso del producto: Las suposiciones pueden incluir cuánto tiempo se utiliza el producto, cómo se mantiene y cómo se desecha al final de su vida útil.
Estos supuestos pueden afectar a los resultados de la EPD y puede ser necesario definirlos y explicarlos claramente para garantizar la transparencia y la comparabilidad.
¿Cómo garantizar la comparabilidad de las EPDs?
Para garantizar la comparabilidad de las EPDs, es esencial comprobar que las metodologías y las fuentes de datos son las mismas, y que la fuente ha utilizado prácticas de información transparentes y coherentes, además de definir claramente los supuestos realizados durante la evaluación.
Las herramientas digitales para comparar las EPDs y evaluar la huella de todo un proyecto (por ejemplo, Prodikt) se basan únicamente en datos verificados por terceros y también permiten comparar dentro de una misma categoría de productos, lo que facilita a los usuarios hacer la elección más sostenible.
Lea el siguiente artículo para saber qué se puede esperar de una EPD adecuada.
Siga este enlace para acceder al centro de descargas de EPD de Ecophon:
Texto: Douglas MacCutcheon, PhD. Global Concept Developer para la Sostenibilidad en Saint-Gobain Ecophon