El resultado fue sorprendente:
La frecuencia cardíaca media de los profesores se redujo en 10 pulsaciones por minuto
Los niveles sonoros se redujeron considerablemente: 6 dB en la enseñanza tradicional y 13 dB en trabajos en grupo
Si un aula tiene una acústica pobre, el sonido se amplificará
al rebotar en las paredes y el techo reflectantes. Esto crea un
ruido de fondo que distorsiona el habla y los niveles sonoros
aumentan, porque tanto alumnos como profesores deben elevar
sus voces para ser escuchados. El resultado es un entorno bastante estresante.
Un techo absorbente de sonido reduce el nivel general del sonido en el aula y también el ruido de fondo; esto es lo que ocurrió en las aulas con buena acústica.
Aquí, el nivel sonoro descendió 6 dB en la enseñanza tradicional, y 13 dB en los trabajos en grupo. Dado que el efecto medido en el techo fue una reducción de 3
dB, tras la modificación del entorno sonoro se notó un cambio en el comportamiento de profesores y alumnos. Al no tener que elevar la voz para hacerse oír, ahora podían hablar más bajo y ser escuchados perfectamente. Las aulas se han convertido en un entorno más relajado donde todos están más tranquilos, y ello se traduce en un descenso de las pulsaciones.
| Dr. Gerhart Tiesler |
Ecophon participó en el estudio desde el comienzo hasta el final.
El techo fonoabsorbente utilizado en las aulas con buena acústica
fue Ecophon Master™.
El estudio alemán se llevó a cabo en cinco colegios, 28 clases,
70 aulas y 570 horas de clase. Los alumnos tenían edades comprendidas entre cinco y once años, y en el estudio se compararon aulas con y sin techo acústico.
Lee nuestro informe Bremen para conocer el impacto de una buena acústica en las escuelas.
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